El clima y los sistemas sociales están profundamente conectados, y esas conexiones abren soluciones que a menudo se pasan por alto. Algunas iniciativas, diseñadas principalmente para garantizar los derechos y fomentar la igualdad, también tienen beneficios en cascada para el cambio climático. Incluyen el acceso a atención médica reproductiva voluntaria de alta calidad y a una educación inclusiva de alta calidad, que son derechos humanos fundamentales y piedras angulares de la igualdad de género.

¿Cuántas personas podrían llamar hogar a este planeta en 2050 o 2100? Eso dependerá, en gran parte, de las tasas de fertilidad y de los avances que logremos para garantizar la igualdad de género y promover el bienestar humano. Cuando aumentan los niveles de educación (en particular para las niñas y las mujeres jóvenes), mejora el acceso a la atención de la salud reproductiva y se amplía el empoderamiento político, social y económico de las mujeres, la fecundidad suele caer . En todo el mundo y con el tiempo, esto afecta a la población.
Actualmente, los humanos somos 7.700 millones, y las Naciones Unidas estiman que la familia humana crecerá entre 9.400 millones y 10.100 millones en 2050 . Al considerar el futuro de las soluciones climáticas, importa cuántas personas comerán, se moverán, se enchufarán, construirán, comprarán, usarán, desperdiciarán y todo lo demás. La población interactúa con los principales impulsores de las emisiones: la producción y el consumo, en gran parte de combustibles fósiles.
Es fundamental tener en cuenta las grandes disparidades en las emisiones de los países de altos ingresos en comparación con los bajos, y entre las personas más ricas y las de menores recursos económicos. Por ejemplo, casi la mitad de las emisiones relacionadas con el consumo son generadas por solo el 10 % de las personas en todo el mundo . El tema de la población también plantea la historia preocupante, a menudo racista, clasista y coercitiva del control de la población. Las decisiones de las personas sobre cuántos hijos tener deben ser suyas y sólo suyas. Y esos niños deberían heredar un planeta habitable. Es fundamental que los derechos humanos estén siempre centrados, que la igualdad de género sea el objetivo y que los beneficios para el planeta se entiendan como efectos positivos del acceso y la agencia.
En su informe más reciente sobre “ perspectivas de la población mundial”, las Naciones Unidas señalan que la comunidad internacional se ha comprometido a garantizar que todas las personas tengan acceso a la planificación familiar, en caso de que deseen utilizarla, y la capacidad de decidir cuántos hijos tener. y cuando. Eso puede significar cambios en todo, desde la anticoncepción hasta la cultura. Cumplir con esos compromisos será un factor determinante importante para que la posible trayectoria se convierta en nuestro camino a seguir. Leer mas...
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